8.2.06

El adiós

Yo sólo miré hacia la isla
entrecerrando un poco el corazón y los ojos.
Flotaba sobre aguas oscuras
que se enfrentaban salvajes
y volvían hacia mí su caricia dura.

Y ví que de sus aguas emergían brazos
con puño cerrado
para retornar enfurecidos
devolviendo al mar la propia piel
en un salpicadero de lágrimas y gemidos.

Era todo.

Parecía el recuerdo de una visita anterior
el suave oleaje de los primeros minutos,
como una alfombra de escarcha y sus reflejos
que cubren las profundidades siempre ébano.

Me alejé de las aguas,
arrastré los pies al principio.
Cuando bordeaba los muros astillados del malecón
me traicioné para divisar el llano de arena.
El permanecía sentado, fumando y mirando la isla,
esperando seguro un arrepentimiento.

Traspasé el arco endeble de la entrada,
orgullosa, casi inerte,
uno... dos, más pasos
así, sin detenerme.

Chiduann.

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Si justamente echaba de menos tu página mi querido Edu. Y mira.. hasta me has hecho llorar!! Será posible? que sensibles nos volvemos con los años verdad? Pero gracias cariño por este detalle, aunque espero no lo hayas puesto solo porque no tenías nada que escribir, verdad? Es que andas flojillo ultimamente???
Te quiero... que me perdone Ella, pero te quiero pes.. caracho!!!!
LA NEGA

marzo 02, 2006 9:30 a. m.  

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