20.1.06

Antu

El martes me reuní con un amigo del instituto en el que estudié y que, prácticamente, no veía desde el verano posterior a nuestra graduación. Quizás tuvimos un par de comunicaciones telefónicas en todo este tiempo, no recuerdo bien. La cosa fue que, para mi sorpresa, este lunes último recibí su llamado para proponerme un asunto de trabajo. Así, quedamos en almorzar al día siguiente. Se ve que no le ha ido mal. Es un tipo que la lucha y ya en el instituto daba muestras de ello. Hablamos de trabajo casi exclusivamente, pero, además, encontrármelo trajo a mi memoria el recuerdo de Antu.

Antu no estaba en el mismo salón que nosotros, pero era muy popular entre todos. Locuaz, risueña, bromista y gordita. Yo era, por utilizar palabras amables, uno de los más discretos de la promo. No hablaba mucho, llevaba el cabello larguísimo, tímido hasta la exageración y con la apariencia de un hueso andante. Un día, de pronto, nos hicimos amigos. . Ella había perdido su Cross -¿o era un Parker?... no, era Cross- en la sala de trabajos del instituto y pensaba que los de mi grupo de trabajo éramos los responsables. Tenía esa forma de hablar tan pituca, tan "in", tan "fresh", que daba por hecho que alguno de nosotros lo tenía. Los de mi grupo éramos el Negro -el amigo del inicio-, el Chino -con quien nunca perdí contacto y es uno de mis mejores amigos- y el Tapir. Creo que dije algo gracioso porque me andaba vacilando conque yo lo tenía -yo le llamaba la atención, eso es seguro- o le dijimos que no jodiera -ella y su grupo habían estado en el mismo lugar que nosotros ocupábamos en ese momento-, no sé, la cosa fue que nos reímos todos. Así, de no hablarnos casi nunca pasamos a charlar todo el tiempo, todos los días. Era nuestro último ciclo, andábamos medio locos con la cantidad de trabajos que nos dejaban y como que recién empezábamos a hacer amigos.

Me encantaba sentirla mi amiga, oler su perfume, tocarle el cabello. Ella me hacía cariños, me celaba, me buscaba. Me hacía mini escándalos ficticios. Me abrazaba, quería que estuviese siempre donde ella andara. No dejamos de ser amigos, en el sentido estricto, sino hasta después terminar el ciclo, en el verano.

Mi recuerdo de Antu oscila entre la ternura y la tristeza. Tierno porque me enamoré tan profundamente de ella que el sentimiento me acompañó casi dos años. Triste porque, terminado el verano, ella se fue a los Estados Unidos. Y no fue exactamente el viaje lo que más dolió, sino darme cuenta de que Antu no sentía lo mismo, no llegaba al nivel de adoración que yo había alcanzado -a la distancia, una obsesión- y que no iba a dejar que sentimientos así la tocaran. "Sabíamos que esto tenía una fecha de inicio y también una fecha final" me dijo alguna vez. Le escribí como 40 cartas en menos de dos meses. Digamos que fue mi intento, un impulso afiebrado, para hacerle cambiar de parecer. "Yo te espero" le decía convertido en un personaje de melodrama, en una caricatura de ser humano, en un arrastrado deprimido. Me extravié.

Ella se casó por allá, según supe tiempo después. La última carta que le envié creo que fue una por su cumpleaños. Ella me escribía poquísimo y luego nada. Le perdí completamente el rastro. De todo esto hace casi 10 años. Ahora hasta hijos tiene y debe venir regularmente a Lima para ver a su familia. Quisiera tener la oportunidad de hablarle nuevamente, de recuperar algo de la amistad que llegamos a tener antes de traspasar ese delgado límite que separa a los amigos de los amantes. Quisiera agradecerle la claridad de sus sentimientos en aquel entonces, su sinceridad, su buena onda conmigo.

Y todo esto me lo recuerda el Negro porque él también llegó a sentir algo por Antu. No recuerdo si me lo dijo él o ella, pero así fue. Creo que voy a escribir algo inspirado en este episodio. Tengo que hacerlo.

2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Así que te gustaban las gorditas ???? mmmm... (te gustaba yo? jeje.. anda! dímelo pes)y lo peor es ke me has ponido celosita eh??? así ke la Antu resultó ser tu amorsote.. oye, ke esa es la de la canción que te dije pes, esa ke te traía recuerdos de ella cuando la escuchabas porque tú me contaste que ella se había juido lejos del pais... asi ke era la antu eh siverguenchon??? pero ke bonito es querer de esa manera verdad? es que los pichis somos taaaaaaaaaaaan pero taaaaaaaaaaaan sentimentales!!!! LA NEGA

enero 24, 2006 3:52 a. m.  
Blogger edu said...

Así pasa cuando sucede mi nega. Y fue un amorsote, es verdad, pero olvidado hace muchas lunes, soles, vientos y nubes... Y NO SE PONGA CELOSA!!!!

enero 25, 2006 3:48 p. m.  

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