11.1.06

Destape

Quizás eran las 3 ó 4 de la madrugada. Es verano, pero un frío inusual me despertó. Mi primer movimiento fue buscar cobijo. Estaba destapado y Ella tenía el 100% de sábana y frazada sobre sí. ¿Qué hago? Ella es de las que el mínimo ruido o movimiento despierta, y no quería que le perdiese el hilo al sueño. Jalé entonces una esquinita de frazada que le sobraba a la altura de los pies y tapé los míos. Para el resto de mi cuerpo, tomé mi almohada y la abracé.

De pronto, cuando me adormecía nuevamente, empecé a sentir jalones. Entre dormido y asustado, levanté la cabeza y la vi. Era Ella, de espaldas a mí, estirando su brazo para jalarme la almohada. No lograba asirla, pero intentaba una y otra vez.
- ¿Qué pasa?
- Tengo fríooooo.
- Bueno, pero déjame algo a mí también ¿no?

Ella volteó y abrió los ojos -en ese orden-.

- Uy, perdóname.

Y me bendijo con una sonrisa que terminó en carcajada potente, contagiosa, desternillada.


Preciso instante en el que se produce el intento de destape

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Me has hecho acordar que esto mismo sucede con mi mariachi... se lamenta de lo mismo, pobre gordito, es que ambos somos dos pelotitas que necsitamos harta frazada... o sábana.

enero 12, 2006 5:31 a. m.  

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